Prueba del Volkswagen Golf GTE

Cuando nos mencionan las siglas GTI, nos viene una imagen a la cabeza. No puede ser otra cosa que un Golf. Pero cuando escuchamos por primera vez nombrar al GTE nos dimos cuenta de que algo nuevo iba a salir del horno de la marca alemana. Hoy les presentamos el primer híbrido de Volkswagen. Un coche capaz de combinar un motor de gasolina con un motor eléctrico sin que ello signifique perder el espíritu deportivo y la garra que caracteriza al GTI. Sigan leyendo y comprenderán de lo que hablo. Bienvenidos a la prueba del Volkswagen Golf GTE, el nuevo híbrido enchufable de Volkswagen.




Motor del Volkswagen GTE.


Como habrán leído segundos antes, el Volkswagen Golf GTE tiene la posibilidad de combinar un motor eléctrico con uno de gasolina. En este apartado vamos a explicar detalladamente las posibilidades de uso de ambos motores.


Algunos de los modos de conducción del Volkswagen Golf GTE pueden ser seleccionados a través de un botón situado en el lateral de la palanca de cambios donde encontramos el botón E-Mode.

- Y comenzamos por el modo 100% eléctrico. Este modo, según el fabricante, nos permite hacer 50 km sin necesidad de hacer uso del motor de explosión, pero esto depende mucho de las condiciones y, al igual que con los consumos, aquí en las islas, es imposible llegar a esas cifras. Pero eso no quiere decir que el motor eléctrico no sea eficiente. Con una conducción cuidadosa, he logrado alargar el tiempo de uso hasta unos mas que satisfactorios 37 km.


Durante este trayecto, el motor eléctrico ha demostrado un carácter muy dócil y progresivo, aunque si se necesita algo de potencia para salir en un cruce o incorporarse después de un STOP, el motor eléctrico dará potencia de sobra para hacerlo ya que en solitario es capaz de desarrollar hasta 100CV de potencia.

- El segundo de los modos utilizables es el modo híbrido. En el encontramos dos variables que son:


Aprovechamiento de la batería: con este modo, el Volkswagen Golf GTE ira usando el motor eléctrico mientras se exija poca potencia en el movimiento, pero desde que el motor sienta que necesita un poco de empuje, activará, casi sin darnos cuenta, el motor de gasolina para aportar ese extra sin gastar batería en exceso.

Carga de batería: En este modo, el Volkswagen Golf GTE irá en todo momento con el motor de gasolina conectado para facilitar a su vez la carga de la batería. Lo mejor de usar este modo es que la batería puede ser recargada en cualquier momento para poder disfrutar del modo eléctrico en zonas de menos necesidad de velocidad y reacción como puede ser en los núcleos urbanos.


Con estos modos, la entrada del motor de gasolina llega a ser muy suave y casi imperceptible, al igual que la ya contrastada caja de cambios DSG que hace un funcionamiento muy suave y preciso.

- Por último, pero no menos importante, el modo que más nos gusta a los que buscamos deportividad en un coche y es el modo GTE. Este modo tiene un botón única y exclusivamente para él solo en la consola central y es que lo merece. Con el desatamos todo el potencial del Volkswagen Golf GTE mezclando los dos motores en su máximo exponente. Es aquí cuando los 204CV combinados del motor gasolina y eléctrico se unen para sacar lo mejor de este coche, y es que nada tiene que envidiar a los vehículos de potencias similares con motores de gasolina 100%.

Reacciones rápidas, movimientos ágiles y una potencia en bajas increíble. La verdad es que el concepto que ha llevado a cabo Volkswagen con este coche es el de buscar deportividad y eficiencia a la vez y lo han conseguido. Al mas puro estilo GTI, el GTE no dejara indiferente a nadie que se ponga a sus mandos.


Además, la posibilidad de tener a nuestra disposición el cambio DSG totalmente diseñada para el GTE con triple embrague y levas en el volante le da un extra de suavidad en caso de circular en modo automático y deportividad para los que creen que los coches automáticos son aburridos.

Y hablando de la caja de cambios, en donde el Golf GTI posee el modo S (Sport), el Volkswagen Golf GTE tiene una posición B, la cual hará que el GTE vaya un poco frenado para poder acumular energía para las baterías en todo momento de circulación casi sin darnos cuenta.


En todos y cada uno de estos modos de conducción, el Volkswagen Golf GTE es capaz de regenerar carga a través de los frenos o si lo dejamos caer por una pendiente. Además los tiempos de carga o la forma en la que el GTE está utilizando la energía del motor y las baterías es controlable a través de la pantalla central.

Hablando del motor, casi olvidamos mencionar que el motor de explosión del Volkswagen Golf GTE es el 1.4 TSi de 140CV el cual no dejará de lado la conducción deportiva ni la movilidad cómoda en caso de que se nos agoten las baterías del GTE.

Prueba de carretera del Volkswagen Golf GTE.


Y es cuando empezamos a rodar cuando nos damos cuenta de que el Volkswagen Golf GTE es un Golf GTI con un motor diferente. Comenzando cuando nos introducimos en las ciudades, el motor eléctrico es donde se muestra más eficiente pues es capaz de mover al GTE con mucha soltura, sin gastar gasolina, sin emitir ruidos y además, algo muy importante, sin emitir ni un solo gramo de CO2.


Solo en vías secundarias es donde tenderemos a tirar más del motor de gasolina, sobretodo para poder recargar las baterías o porque en estas vías se requiere algo más de prestaciones.

La caja de cambios DSG demuestra, junto a una gran gestión electrónica, saber manejar los tiempos de cambio y reacción del motor del Volkswagen Golf GTE, es muy suave y cómoda sin dar tirones inesperados, aún cuando le exigimos respuesta y reducciones para afrontar desniveles pronunciados.


Además la dirección y la suspensión, siempre directas y firmes, nos hacen darnos cuenta de que estamos ante todo un deportivo. La suspensión es firme pero no incomoda aunque en algunas ocasiones, las imperfecciones de la carretera llegan al interior sin llegar a ser molestas. La dirección tiene un recorrido muy específico y con una dureza media, lo cual hace no tener dudas a la hora de tener que afrontar los giros y siendo muy precisa en tacto deportivo.


Algunas ayudas en la conducción como los avisadores de cambio de carril, los sensores de aparcamiento, la ayuda al arranque en pendiente y el sistema Start & Stop hacen del GTE el perfecto urbanita moderno, ideal para el día a día sin perder ningún detalle.


El único pero que tiene el Volkswagen Golf GTE es la pérdida de aproximadamente 100 litros de maletero en favor de las baterías, una cifra que no será incomoda ya que lo único que se pierde con el Golf normal es el doble fondo. De resto, todo el vehículo es un Golf GTI con todos sus detalles y sus especificaciones.

En todo el trayecto de carretera, el Volkswagen Golf GTE nos ha dado una cifra de consumo de 4,1 litros a los 100 km, un poco lejos de los 1,5 litros a los 100km del fabricante pero nada despreciable dadas las metas que persigue el fabricante.

Prueba de autopista del Volkswagen Golf GTE.


Mucha gente piensa que el Volkswagen Golf GTE es un coche pensado solo para moverse en núcleos urbanos, lo cual no es del todo incierto. Pero bien es verdad que como buen deportivo que es, también le gusta salir a la autopista a devorar kilómetros y, si sabemos controlarnos, nos dará una satisfacción impropia de muchos deportivos del segmento. 


También es aquí donde más cabida tiene el uso del modo GTE ya que nos proporciona una potencia desmedida y muy propia del vehículo que tenemos entre manos, sin olvidar que tiene 204 CV.

En autopista, todo en el Volkswagen Golf GTE nos hace recordar a sus hermanos, el GTI y el GTD. Comenzando por el tipo de conducción. El coche tiene aplomo, la suspensión nos da firmeza y resta mucho balanceo en las curvas y  el motor, el cual va combinando gasolina y eléctrico, se muestra progresivo y suave.

Y es que en autopista, los modos híbridos del Volkswagen Golf GTE pueden combinar los dos motores para enfrentar subidas y cambiar al modo eléctrico cuando hayan bajadas o situaciones que requieran menos esfuerzos pudiendo accionar el modo B en la palanca para ir usando ese "freno de motor" que recarga baterías cuando soltamos el acelerador.


Puede parecer complicado en un principio, pero una vez que nos acostumbramos al manejo, el Volkswagen Golf GTE nos parecerá cómodo, práctico  y muy eficaz.



En la prueba de autopista, después de 135 km, el consumo fue de 2,5 litros a los 100 kilómetros.

Visión exterior del Volkswagen Golf GTE.


Como bien se puede ver, el Volkswagen Golf GTE se muestra muy similar al GTI y al GTD, y es que dentro de su precio, no sólo estamos comprando un vehículo híbrido sino que también estamos comprando un equipamiento excepcional, digno de los deportivos de la gama.



En el frontal, vemos que los faros con tecnología xenón han dejado de lado la raya roja del GTI por una franja azul, color típico en los coches eléctricos e híbridos, siguiendo por la parrilla donde se encuentra el logotipo. Y es que este logotipo esconde en su interior el secreto de la carga, el puerto enchufable para recargar las baterías.


La defensa delantera, exclusiva para el Volkswagen Golf GTE tiene las luces diurnas de marcha Led con forma de C al rededor de los faros de niebla completando un frontal agresivo y deportivo.

Lo avanzamos por el lateral, nos encontramos con el logotipo GTE con fondo azul también justo encima de unas preciosas llantas de 18" con los radios pulidos y fondo negro acompañados de las pinzas de freno en el mismo tono de azul.



Es en la parte trasera donde encontramos más similitudes con el Golf GTI una antena de aleta de tiburón, común ya en este modelo y un spoiler en la parte alta del maletero de grandes dimensiones con la luz de freno incorporada. Los pilotos con tecnología Full Led y el anagrama de la marca que esconde la cámara de marcha atrás.


En la zona más baja, la salida doble de escape completan una zona posterior característica y llamativa, propia de un deportivo Volkswagen.

Visión interior del Volkswagen Golf GTE.


En el interior del Volkswagen Golf GTE no hay nada que no nos transmita la deportividad y la calidad que tiene también el Golf GTI. Nada más abrir la puerta, nos fijamos en los asientos, con el clásico tejido de tela negro en los laterales y de cuadros, azules en lugar de rojos para el GTE.


Una vez dentro, nos fijamos en el volante y el cuadro de indicadores que es un tanto diferente a lo que solemos estar acostumbrados. El volante tiene las inscripciones GTE en el acero decorativo del centro y los controles para avanzar por las diferentes estancias de la pantalla multifuncion del cuadro así como controlar la radio el bluetooth y muchas otras cosas.


Analizando el cuadro, nos encontramos con el velocímetro en su ubicación habitual, pero en lugar de las revoluciones tenemos el indicador de el uso de la batería y la zona de recarga en verde. Las rpm del motor han sido desplazadas y reducidas para ocupar la parte inferior de este lateral del velocímetro quedando en un segundo plano.


Si seguimos avanzando hacia la consola central nos encontramos con la pantalla multimedia que predomina en la parte superior. Desde ella podemos manejar, no solo la música, la radio, el navegador y los datos de consumo del coche, sino que también podemos visualizar y cambiar los distintos tipos de conducción que mencionamos al principio de el artículo en el apartado Hybrid.


Mas abajo, los mandos del climatizador todo ello acompañado por un revestimiento de plástico gris con un símil de malla en negro pintado.


La palanca del cambio DSG como siempre es de acero con las letras GTE grabadas en el y los detalles en azul que vienen siendo dominantes en el Volkswagen Golf GTE. Como ya habíamos mencionado, a los laterales de la misma se encuentran en botón de arranque y parada del motor y los botones selectores de el modo de conducción.



En la puerta del piloto se hayan situados los controles de los espejos abatibles y regulables con función calefactora para evitar que se empañen con la lluvia.


El techo solar corredizo hará las delicias de los viajes en días calurosos, permitiendo al techo abrirse por completo o correr la cortina del techo y ser panorámico.

Carga y baterías del Volkswagen Golf GTE


Todo el mundo pregunta respecto a los tiempos de carga del Volkswagen Golf GTE. Con el cable normal, la carga de la batería suele ocupar entre 3 horas y media y 4, aunque con el Wallbox, terminal de carga rápida ofrecida por Volkswagen, el tiempo de carga se reducirá a 2 horas y media.


Las baterías han aumentado el peso del Volkswagen Golf GTE es unos 150 kilos con respecto al Golf normal, pero el GTE no parece fatigarse ante eso. Aparte de la reducción de maletero, nada cambia con respecto a otro Golf.


La batería tiene una garantía de 8 años o 160.000 km, y cubre también la pérdida de capacidad (por debajo del 80%).


El Volkswagen Golf GTE viene a decirnos que se puede tener un coche híbrido sin renunciar por ello a la deportividad, creando un vínculo satisfactorio entre ecologismo y nervio que sin duda no dejará indiferente a nadie.


TESTED CARS.






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